domingo, 11 de marzo de 2012

Alma y la Condesa

El problema cuando eres condesa es que casi nunca te casas con alguien que te gusta(n) y me encontré unida a un viejo avaro… El punto positivo fue que se murió rápida y misteriosamente, nadie supo de qué.

Después de su muerte comenzó para mi una vida de fiesta.

Siempre me ha gustado bailar y ser el centro de la atención, sentir las miradas celosas y de envidia de las mujeres y la admiración de los hombres. Este modo de vida no era muy sano pero me gustaba, he nacido así, para ser mundana y adulada por los hombres. Yo presentía que todo iba a acabar trágicamente. Tenía más de nueve amantes casados o no, que podían ser peligrosos si querían.

Un día, después de una fiesta, no me sentía bien y me fui a caminar por la playa, los pies en el agua… Cuando escuché unos pasos a mi espalda. Calmadamente me di la vuelta y vi a mi nuevo amante, el más celoso y el más enamorado, tal vez hasta un poco loco, tras de mi.

Vi el amor que reflejaban sus ojos cambiarse en odio y me dijo: "si no te puedo ( y) tener para mi solo, no puedes vivir…" . Era joven e ingenuo.

Le sonreí y mis últimas palabras fueron "perdóname".


martes, 24 de enero de 2012

Esther cuenta...

Roman era un chico de cinco años. Era más pequeño que su hermanita de tres años; era muy pequeño pero sus ojos azules eran imensos. Roman siempre decía que sus ojos le sevían para ver cada estrella en el cielo.
Tenía una imaginación debordante, cuando dormía, decía que una escalera blanca bajaba desde la Luna hasta su cama, y él la subía todas las noches. Cuando llegaba a la Luna, subía sobre las estrellas y hacía un viaje en el cielo; miraba su casa que parecía más pequeña que una hormiguita.
Un día Román miró demasiado las estrellas y al día siguiente era ciego, pero la imagen de las estrellas le quedaba en su mente y estaba enamorado de la Luna.
Cuando tuvo 18 años, Román ya no se acordaba de la imagen de la Luna y de las estrellas. Como ya no era un niño, la luna ya no bajaba su escalera blanca. La tristeza de Román era tan intensa y lloró tanto, que sus lágrimas curaron sus ojos y volvió a ver.
Era de día y Román vió el Sol. Como pensaba que era la Luna, no dejó de mirarla exposándose con ella, pero el Sol se enojó cuando Román le llamo Luna y se fue. La ciudad se quedó en la oscuridad y los ojos de Román habían mirado tanto el Sol, que parecían estrellas. La Luna pensó que eran estrellas perdidas y bajó su escalera. Román subió al cielo y nunca bajó.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Escribe Tanilo sobre la Condesa

Y escribe Tanilo sobre la CONDESA:
 A la mañana siguiente fue encontrada la Condesa. No se sabía si tenía rivales o enemigos, políticamente o personalmente. Tenía un tenedor de ajenjo clavado en la nuca, tal vez algún medico o herborista. Se asegura que le gustaba la natación y que nadaba muy seguido en la playa, lo que podría ser la causa de la muerte.
Dos minutos más tarde, después de haber analizado el cuerpo enteramente, se encontró debajo de ella un papelito manchado de sangre que decía: "Puesto que no te puedes convertir en paloma, bien muerta estas". Esto podría ser una amenaza leída por la condesa justo antes del crimen o escrita después para burlarse de nosotros. Pero era un pedazo de papiro y el mensaje estaba escrito con sangre, se olía. Tal vez un psicópata. Las suposiciones eran numerosas, pero antes de dirigirnos hacia cualquier opción, teníamos que continuar de buscar.
Esas frases... "... no te puedes convertir en paloma...", "... muerta estas...",  que quería decir? No sabía si tenía que analizar eso primero o buscar más evidencias. Me habían dado la dirección de esta investigación, y acepté porque, dejando a parte el sueldo, estos crímenes extravagantes, excitantes, absurdos a veces, me interesaban especialmente más que un cuerpo encontrado en un callejón en los suburbios de la capital. Pero estaba empezando a cansarme, porque a cabo de noches enteras buscando evidencias, opciones, preguntándome que podía hacer, por donde tenía que ir o empezar...
Tres meses pasaron sin nada, sólo teníamos algunos sospechosos: es decir los vecinos, la familia... Francis, su hermano y vecino, era una persona sobreprotectora. Habia comprado una casita al lado de la mansión de su hermana. "Siempre tengo que vigilar su alrededor!", esa era su excusa. En la ventana del comedor tenía dos pares de binoculares puestos en posición. "Jamás puedo descansar, tengo que vigilarla!". Cuando le dijimos que el cuerpo se había encontrado ya hacía al menos cuatro meses, nos gritó tan fuerte que hasta los cuervos del patio huyeron volando.
La mansión estaba situada al lado de un bosque, al menos a unos 60 kilómetros de la capital. Era un lugar siniestro, donde la luz casi no entraba en la casa y parecía que el otoño no se quería ir. Sus padres, muertos desde hace mucho tiempo, habían comprado este terreno para mostrar su orgullo. Claudia Von Cluzerhammer,  ese era el nombre de la Condesa. Busqué y busqué, y acabé por encontrarles: los Cluzerhammer, una familia de originen germana. Sabastian e Ilda, casados en Francia en 1859, decidieron instalarse al lado de Strasbourg en 1864. Tuve suerte, logré conseguir el diario de Ilda, gentilmente prestado por Francis: "Cuando llegamos, la gente nos acogió amablemente. La gente era muy gentil, y la casa acogedora también. Sólo un un año después  tuvimos problemas...". Esa era la primera frase que me daba pistas.
Descubrí que tuvieron problemas con un vecino, un hombre llamado Mathieu, que al parecer tenía problemas mentales. Segun Ilda, Mathieu había empezado a acosarlos y unos meses después de una pelea violenta entre él y Sebastian, fue encontrado su cuerpo en el baño, lleno de sangre. Verifiqué si Mathieu no había tenido algún hijo o alguna hija y lo encontré: Filemón, un hombre que se "fue" después de la muerte de su padre. El informe de la policía decía que no soportaba a los Cluzerhammer y que juró vengarse...
En ese momento entendí. Tal vez Filemón había regresado. Y no era ningún psicópata, herborista o medico. Sólamente un hombre con el único objetivo de vengar su padre...
Todavía no  se explicaba el ajenjo o el papiro, ni la sangre. Tal vez las circunstancias de un crimen improvisado y sin ninguna preparación. Filemón había agarrado el ajenjo para llegar corriendo detrás de Claudia y plantárselo en la nuca. Después había escrito una frase sin ningún sentido con su sangre. Locura o enfermedad como su padre? Nunca lo sabré. Filemón fue encontrado en Paris, donde tenía un muro lleno de papeles colgados y clavados, fotos también, de Claudia y Francis. Un asesino que mada más quería vengarse.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Versión de Sebastián

La muerte de la condesa

Ya era tarde cuando, al regresar de una fiesta en la playa, la condesa se fue a nadar porque le gustaba mucho la natación. Un hombre vestido de negro la seguía; este caminaba de manera extraña y siempre miraba hacia atrás para asegurarse de que estaban solos.
La condesa no se había dado cuenta de que alguien estaba detrás de ella.
La señora, como de costumbre, se puso a nadar. El hombre misterioso saco una pistola del bolsillo de su chaqueta pero al mismo tiempo se cayó un papel que decía: “Puesto que no te puedes convertir en paloma, bien muerta estás”. Él trato de robarle el dinero a la pobre mujer pero esta le arrebató el arma de la mano y la tiro con fuerza en el agua del mar negro lleno de ferocidad.
Hubo una lucha terrible. Por fin el ratero cogió una rama de ajenjo y la clavó en el cuello de la condesa.
Ella murió de manera instantánea y el hombre se fue corriendo por la noche dejando la condesa inerte en la arena roja.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Inventa y sigue la historia

Esta espacio es sólo para escribir y pasarlo muy bien. Por supuesto que hay "notas" teniendo en cuenta los siguientes criterios:
1.- La idea
2.- La corrección sintáctica
3.- La corrección ortográfica
4- El uso de un vocabulario rico
Además habrá calificación oral porque las historias hay que comentarlas en clase  con:
1.- Una entonación adecuiada que atraiga el interés del oyente
2.- Una correcta expresión gramatical
3.- Un vocabulario seleccionado previamente.

Se califica del 1 al 20